“ A lo largo de mi carrera he presenciado cuatro revoluciones digitales principales: la aparición de los ordenadores personales, la expansión de Internet, el auge de las redes sociales y la ubicuidad de la informática móvil. Estas revoluciones han transformado nuestra forma de vivir, enseñar y aprender de manera radical y, a veces, inesperada. Aunque estamos aún asimilando estas transformaciones, hemos entrado en una nueva revolución digital: la inteligencia artificial (IA).”

Stefania Giannini, Subdirector General de Educación UNESCO

Imagen generada por: Ideogram (2024)

En las últimas décadas las tecnologías digitales han propiciado innovaciones sin precedentes en diversos sectores incluyendo el económico, social, político y educativo en todas sus modalidades (Garrido Noguera, 2023). La era digital, la aparición de los ordenadores personales, la expansión del internet, el auge de las redes sociales y los móviles han interpelado a la educación superior con la demanda de nuevos conocimientos y el desempeño de nuevos roles.

Hay que tener presente que la adopción de tecnologías emergentes en la educación no debe desplazar la importancia de las interacciones humanas en el aprendizaje, cruciales para el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, uno de los mayores temores del ser humano desde el inicio de la revolución digital.

La IA cuestiona nuestras suposiciones y normas educativas anteriores. Ya no es suficiente prepararnos para un mundo con IA; debemos definir cómo queremos que sea ese mundo, qué funciones debe tener la IA, bajo qué condiciones y como queremos decidir su uso en nuestras diferentes iniciativas académicas, así como sucedió con el internet, los móviles, las computadores y hasta las redes sociales. El desarrollo acelerado de la IA exige una reflexión sobre nuestra dirección.

La educación debe enfocarse en ayudar a las comunidades educativas a comprender cuándo y por qué usar esta tecnología, desarrollando un entendimiento claro de su uso apropiado. La IA nos impulsa a reexaminar nuestros métodos y objetivos educativos con urgencia y responsabilidad, para asegurar que la educación desempeñe un papel clave en la transición hacia un mundo dominado por la IA.

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Como docentes, tenemos la responsabilidad de formarnos en el campo de la inteligencia artificial, para preparar a nuestros estudiantes de la mejor manera posible ante los desafíos que enfrentarán en el mundo laboral.

Los párrafos arriba presentados son una síntesis de:

Garrido Noguera, C. (2023). Universidades, cambio del conocimiento humano, transición digital e Inteligencia Artificial. Revista de Educación Superior, 35(2). https://doi.org/10.54674/ess.v35i2.796